domingo, 1 de abril de 2012

Casualidad

Casualidad s. f.

1  Combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar: ha ocurrido por casualidad; ¡qué casualidad encontrarte aquí!
2   Acontecimiento fortuito: llevar dos vestidos iguales ha sido una casualidad.


Esto es como la Real Academia de la Lengua Española define el término casualidad. Escrutando su contenido, creo totalmente prescindible la primera acepción, pero ellos sabrán. Un acontecimiento fortuito es una combinación de circunstancias que no se pueden prever.  Pero no vamos a entrar en la discusión de si la RAE hace bien o no su trabajo, eso me llevaría mas tiempo.

¿Creéis en las casualidades? Existe gente que cree en las casualidades y gente que no, podríamos hacer esa distinción. Siempre hay una explicación lógica si queremos desmenuzar una casualidad, eso es cierto. Y ahora bien, si podemos buscar la lógica a una casualidad, es que no es casualidad, ¿me explico?

Un visual ejemplo sería salir premiado en el "cuponazo" de la once. "¡Qué casualidad que me tocara a mi!", pensarían muchos. Ahora bien, otra persona puede venir con un lápiz, un folio y una calculadora y decirnos que de suerte nada, que realmente es un juego estadístico, dónde se tiene una oportunidad de ganar entre 15 millones, y que siguiendo la estadística pura, que es una ciencia, has salido ganador.

La vida en la tierra, con su perfección y equilibrio, debe ser casualidad que surgiera tal y como la conocemos -  según los últimos estudios la Tierra tiene en torno a 4500 millones de años, era cuestión de tiempo que la vida surgiera y la forma, la que mejor se adapta a estas condiciones. Con lo borracho que iba debió ser casualidad que no tuviera un accidente con el coche - no irías tan borracho. ¡Qué casualidad que hayamos sacado un 5,9 los dos en el mismo examen! - Habréis estudiado lo mismo. Y así podemos seguir hasta la saciedad.

Cuando nos topamos con alguien así no tenemos nada que responder. Realmente ahí nos callamos y bajamos la cabeza y, de cara a la galería, asumimos que no existen las casualidades. Digo de cara a la galería porque, aceptamos que ese razonamiento tiene lógica y el nuestro es casi de fantasía, pero en el fondo seguimos queriendo creer en las casualidades y toda la fantasía que le rodea.

Si hablamos de cualquier disciplina, cualquier tema relacionado con algo físico susceptible de ser estudiado, si que no hay cabida para la casualidad. Sin embargo hay una variable que si se escapa al entendimiento humano y no admite estudio ni análisis alguno: el mismo ser humano.

Si, la gente, las personas, los terrícolas. No es casualidad que te toque la loteria, es estadística; lo que si es casualidad es que entre tu y el lotero elegisteis un boleto concreto sin seguir ningún criterio lógico. La misma definición de la RAE lo deja ver de manera muy sutil con sus ejemplos, habiendo en dos de ellos personas involucradas.

Es agradable saber que el libre albedrío humano, incontrolable, es el mismo que retuerce las aristas de nuestro cuadriculado mundo. Podemos vaticinar cualquier hecho, teniendo en cuenta todo tipo de variables, haciendo de una complicación inmensa su cálculo, pero al final lograríamos nuestro pronóstico con 100% de probabilidades de acierto. Sin embargo, cuando un ser humano pasa a formar parte de las variables, el cómputo se torna imposible.

Y es que no se puede prever qué piensa nadie, en ningún momento y en ningún lugar, por lo que fue casualidad pura que coincidiéramos en el mismo lugar. Bendita.

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