domingo, 2 de agosto de 2015

Algo distinto

A noche pudimos haber llegado a ser algo distinto de lo que esta mañana somos. El miedo al cambio nos tiene cogidos por las agallas. Dos tazas, una de té y otra de café soluble delimitan lo tuyo y lo mío. Lo de dentro y lo de fuera se tornan reversibles. Parece ser que bebimos menos de lo esperado y que hablamos más de lo que te habías propuesto. Hubo demasiada sinceridad, ¿es eso algo malo? Yo ya no lo pienso, aunque espero que tú si. Quizá mañana por la noche seamos algo distinto a lo que somos esta mañana.

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