martes, 30 de agosto de 2011

Elecciones

A lo largo de la historia, el ser humano se ha preguntado cientos de veces qué es aquello que diferencia a las personas de los animales. La respuesta (muy debatida, eso sí) es la capacidad de decisión.
Las personas tenemos la capacidad de abrirnos o cerrarnos puertas. Sabemos que cerrar una puerta acarrea abrir otras, y que abrir una sola puerta puede cerrar cientos de ellas. Muchas veces nos quejamos de una vida rutinaria, pero nos da miedo cambiar y perder esa estabilidad lograda, por lo que no nos atrevemos a abrir esa puerta. O tenemos la posibilidad de compartir algo mas con esa persona tan importante, pero eso sería arriesgarse y decidimos cerrar de un portazo. Hay tantas opciones vagando en el limbo de tu vida. Sólo se detienen ante ti por un tiempo limitado, en el que tú decides si las tomas o las dejas.  
Ahora bien, hay veces en las que no hay elección. Es cuando los animales actúan por instinto y las personas por amor.


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