martes, 11 de octubre de 2011

Elecciones II

Desde que tenemos uso de razón, hasta el mismo momento de nuestra muerte, nos pasamos la vida tomando decisiones: calamares o chipirones, adidas o nike, universidad o módulo superior, antena 3 o tele5, etc. Ante tantas elecciones presentes en nuestra vida, siempre nos decantamos por la que mejor nos parece y creemos que más bien nos va a hacer.

Una elección es muy similar a un camino. Una bifurcación en la que debes escoger uno de dos y, cuando lleves a cabo tu decisión, jamás sabrás lo que te habría deparado el otro trayecto. Por ello tener que elegir es todo un problema respecto a la conciencia humana. Aunque peor es no tener elección y verte obligado a tomar un camino que no deseas.

Las grandes decisiones, una vez tomadas, suponen un gran alivio. Piensas que ya está, que la elección está tomada y solo queda esperar. Por eso cuando has elegido crees que ya ha pasado todo el trabajo duro, pero no recuerdas que tras cada elección llega una nueva.

Ciertamente, el mundo sería mejor sin tener que elegir todo el rato, sin esa presión de tomar siempre la decisión correcta. También puedes elegir no elegir. Pero si eliges no elegir, te arriesgas a perderlo todo, recuérdalo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja aquí tu comentario...