¡Qué romántico es todo hoy! ¿A que si? Los bares
tienen ofertas especiales para parejas y corazones en las cristaleras, las
tiendas de chuminás aprovechan para llenar el escaparate de
viejo espumillón de navidad y restos de temporada con formas de corazón o
besos, las farmacias y sex shops hacen su agosto vendiendo condones y
lubricantes, incluso telepizza te hace una pizza con forma de
corazón por siete euros y pico. Lo que todos conocemos como día de San
Valentin.
Aunque creamos que es una fiesta creada por los
centros comerciales, su historia se remonta hasta el antiguo Imperio Romano,
cuando el emperador Claudio II decidió prohibir los matrimonios para los
jóvenes, afirmando que así aumentaría su rendimiento como soldados.
Valentín, sacerdote que ejercía en aquella época y con gran
reputación, empezó a celebrar matrimonios clandestinos. De ahí que San Valentín
sea ahora el patrón de los enamorados.
Y ya sea por la acción de San Valentín en torno a
siglo III o por la presión de publicidad y márquetin ejercida por las empresas,
parece que hoy se respira amor, ¿no os lo parece? Abrid la ventana un poco si
no lo notáis. Las parejas se cogen de la mano más y con más cariño que
antes, ¿a que si? Y ponen ojitos y sonrisas juguetonas más a menudo, ¿veis?
¿Será porque ellos ven que tú no estás tan feliz y te quieren dar envidia?
Claro, igual que tú ves sus expresiones de felicidad, ellos pueden ver tu cara
de asco. Prefiero dudarlo.
"Si no fueran tan empalagosos yo no pondría cara
de asco", pensarás (o lo hiciste), pero no. Tu también comprarías bombones caja
roja si tuvieras alguien al quién regalárselo. Y a ti, amiga
mía, te encantaría que te hicieran una sorpresa con velas, pétalos de rosa y
cena encargada. Porque, a pesar de todo, lo que premia es ser feliz.
Y nos jode que alguien sea más feliz que nosotros.
Mucho, además, porqué hoy todos ellos son más felices que tu y que yo. Ellos se
atan cegados por la tradición comercial de San Valentín, pero a ti te jode. Hay
365 días al año (este 366) para demostrar amor, y tiene que ser hoy,
martes catorce de febrero de dos mil doce, el día que tu pareja se sienta única
en el mundo. Pero durante el año no nos acordamos.
Los que no podemos disfrutar de un San Valentín con
pareja nos inventamos cosas como San Solterín o Sin Valentín. Muy divertido.
Como fiestas semáforo para pillar cacho con la excusa del día de los
no-enamorados. ¡Anda ya! Nos pasamos la vida buscando evasivas al éxito ajeno.
Si es rico y tu no: "el dinero no da la felicidad"; si tiene un
cochazo superdeportivo: "¿para qué quiere un coche tan grande, si no puede
pasar de 120 km/h?" y así sucesivamente.
Ahora, me voy a tirar tomates a las parejas de
enamorados que pasen por debajo de mi ventana. ¡Feliz San Valentín a todos!
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