Amaneció para anochecer.
Abrí los ojos para no querer mirar,
pero miré.
Salió el sol para refrescar.
Desperté para seguir durmiendo
y desayuné.
Me saludó para despedirse.
Sonreí cuando quise ignorarla
pero me quedé.
Bebí para mantenerme sobrio.
Pensaba para mantenerme en blanco
y la imaginé.
La odiaba para no quererla.
Escribí una carta sin destinatario
y ella la leyó.
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