Sus uñas tienen tanto que escribir sobre mi espalda
que las adoro, aun sin pintar, sobre una caña.
Describo mis amores, opuestos y complementarios,
Sus labios y sus dientes, sus ideas y su mente,
sabe quien moja mi barba y hace que no sabe nada.
Sabe que seca mi cuarto cuando enfría mis rodillas,
pero no se fía de no ser un cartucho de canana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí tu comentario...