lunes, 16 de junio de 2014

Nunca quise ser

Dormir. Durmiendo se pasan mejor la horas. Más rápidas. Menos problemáticas. Quién pudiera pasar una semana durmiendo. Acurrucado en tu cama. Abriendo los ojos solamente...
para comprobar que puedes seguir durmiendo. De esta manera no cometería errores. Tampoco aciertos, pero para los que efectúo, mejor dormir. 

Comer la manzana de Blancanieves. Pincharme el dedo con la rueca de la Bella Durmiente. Ivernar como un oso. Cosas completamente imposible. Es inútil desear eso. Pero, días tras día, puedo añadir una hora, o media, de sueño a mi horario natural. Progresivamente podría acabar durmiendo dieciocho horas.

Pasar los días sin pena ni gloria. Sin nada. Sin malos hábitos. Sin arruinar nada. Aprovechar mis horas despierto para comer. Mantenerme entretenido viendo Lost y seguir durmiendo.  

Tengo tanto que recuperar que no me atrevo con ello. Y tengo tan poco que perder que me podría considerar un vagabundo emocional. Soy lo que nunca quise ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja aquí tu comentario...