sábado, 9 de agosto de 2014

Una vez

Recuerdo como hace un tiempo yo podía controlarme. Podía mantenerme a raya de mi mismo sin sacrificar mis deseos. Manejaba mis sacudidas con total seguridad y firmeza. No necesitaba mirar detrás de mí, ni si quiera durante la noche, ya que me sentía seguro, muy seguro. Mi corazón era una máquina de inalterable funcionamiento. Una vez, hace algún tiempo, todo era así.



Ahora voy con la mano en el bolsillo, sosteniendo un calibre dieciséis, poniéndole y quitándole el seguro a modo de entretenimiento. Camino con la sensación de tener un artefacto explosivo bajo la ropa, que va a explotar en cualquier momento. No sé cuándo saltaré para cambiar mi rumbo, ni sé qué razones me harán hacerlo, pero me las puedo imaginar.

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