jueves, 24 de julio de 2014

Bocanada de aire

No es más que una voz que se ahoga por no poder decir "te quiero". Solamente. Unos pulmones que respiran a trompicones, y cuando lo hacen, tampoco se llenan del todo. Una boca con una voz que perdió su entonación, para volverse anodina e insustancial.
Por eso escribe. Relata lo que sus cuerdas vocales no pueden componer. Además, para que los herméticos oídos de su calamidad no falten a su promesa de no escucharle. Tiene que ser difícil para ambos, supongo, pensar en un futuro tallado de esta manera.

Él vive un sin vivir de segundos, minutos y horas. En un continuo rezo a su Dios, al de ella, por que le preste un instante y lo invierta en leer sus pensamientos. Cruza los dedos y evita gatos negros. Ayer, sin ir más lejos, lo vi pidiéndole un deseo a una estrella fugaz. Tenía entendido que él no confiaba a eso.

Un clavo ardiendo puede ser una merienda improvisada en la acera. O una mera bocanada de aire.

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