miércoles, 16 de julio de 2014

No habrá final

La historia del joven que, por mera casualidad, coincide con esa chica. La misma que brillaba por su belleza y de la que más tarde se enamoraría. Resulta que estudia su misma carrera.
Él cambia sus horarios y aulas para poder asistir con ella a clase. Investiga y fuerza encuentros fortuitos por pasillos y biblioteca. Obvia todas las malas habladurías que escucha sobre ella. Está muy decidido. La busca en redes sociales y las cotillea para averiguar cosas de su vida. Se hace amigo de sus amigas. Se dedica a estudiar lo mismo que ella aunque no se entere de nada, tan solo por compartir apuntes, pedirle consejo y estar con ella un minuto más. La observa de lejos y le tiembla el pulso solo viéndola caminar. Se traga su vergüenza para, delante de todas sus amigas, invitarla a una cerveza. Descubren un hobby en común. Poco a poco van ganando confianza el uno con el otro. Ambos acuden a una una fiesta, la última fiesta. Él consigue besarla. Lo hizo el alcohol, ambos lo saben, pero para él fue la mejor noche que ha vivido. Él duerme donde puede, después de llevarla a su casa. Días más tarde hablan y empiezan a quedar. Él no sabe comportarse, no llega a la hora, se pierde y se pone nervioso. Ansía besarla de nuevo, pero no surge. Noche tras noche acaba yéndose a su casa deseándola más. Cuándo él perdió toda esperanza, a la tercera noche de fuegos artificiales, ella le besó.

(Leer escuchando la canción)


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