viernes, 4 de julio de 2014

Mañana ya veremos

— Veremos, ¿qué? ¿Qué esperas ver? ¿Que todo sigue igual que antes? — me dijo enfadada, tirando a un lado los poemas que le regalé — Pues no. Mañana no quiero ver nada. No quiero tener nada que ver contigo.
— Mañana veremos, hoy no se puede ver. Hoy no podemos hablar. Yo no puedo hablar — intenté excusarme.
Fue incluso vergonzoso. No había criterio en mis palabras y las suyas eran decretos ley, uno tras otro. Mi cerebro me había abandonado por completo y mi corazón solo sentía una cosa. ¿El problema? Mi corazón hacía tiempo que había perdido la credibilidad. Incluso para mí.
— Mira, lo siento — dije.
Lo sentía, y mucho. Pero ¿qué significado tenía eso? Ahora mismo ninguno. Estábamos en dos tiempo distintos: yo estaba en mi propia adolescencia y ella... imagino que en el mejor. O próxima.
— Tu no sientes nada. Tu no quieres sentir nada. Eres un mentiroso. Un niñato.
— Pero... — miré al suelo, no tenía respuestas para eso.
Los trozos de mi corazón se juntaron con los suyos y una apisonadora de palabras los terminó de hacer serrín.
¿Era eso lo que quería escuchar? En parte si, aunque nunca me permitiré alegrarme de ello.
— Mañana veremos, te lo prometo.
— ¿Mañana? ¿Mañana cuándo?
A cada palabra suya yo retrocedía unos milímetros. Era exactamente la mujer de la que me enamoré.
— Cuándo tengamos que verlo, lo veremos.
— Cuando tú quieras verlo yo ya no estaré.
Su expresión cambió por completo. Su enfado se iluminó. Sus labios eran una guillotina. "¿Qué esperabas?", pensé. Puede que sea el precio a pagar. Todo tiene un precio.
— Si tu no estás, te buscaré — saqué fuerzas de algún rincón — y te encontraré.
— Pues ojalá que no me encuentres. Nunca.
Y se fue. Esperé unos minutos ahí, de pié, pensando una respuesta. Deseando besarla. Apretando los puños por no abrazarla y por no haber disfrutado de su ultimo abrazo cuando pude. Me maldije. No le dije ni si quiera una fecha aproximada de cuando "veríamos". Todavía no lo sabía.

Mañana ya veremos. Una bonita forma de eludir responsabilidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja aquí tu comentario...