domingo, 14 de septiembre de 2014

Entre trago y trago

Entre trago y trago de cerveza pasábamos las horas. Nos deseábamos y sufríamos el estar rodeados de gente. Le desabrochaba los sujetadores con maña desde mi taburete y con un botellín en la mano. Solo con la mirada.
Ella me bajaba los pantalones con un guiño y me arañaba cada vez que desviaba la mirada. Podía notar su agitada respiración desde la distancia, y ella podía notar la mía. Acariciaba sus piernas a la vez que me deshacía de sus pantalones. Besaba su ombligo cuando limpiaba el rodal de agua que la cerveza dejaba en la mesa. Tocaba justo donde ella quería que tocase, conocía su cuerpo. Ella mordía mi oreja con sus gestos y botaba encima de mí cada vez que se dirigía a la camarera para pedir dos más. Mirábamos alrededor tan solo para cerciorarnos de que nadie sabía lo que estaba ocurriendo. Tiraba de su coleta cuando me acariciaba la barba, mientras ella recorría mi cuerpo con su lengua. Tan solo quitaba la etiqueta de su cerveza con las uñas, pero nosotros nos estábamos haciendo el amor. Daba igual quien pagase,  lo que realmente pasaba entre nosotros importaba más. Nos encantaban los bares y entre trago y trago nos enamorábamos.

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