domingo, 7 de septiembre de 2014

Puede llegar

¿Cuándo se deja de creer en uno mismo? ¿Cuándo crees que puedes dar por imposible la vida que hasta ayer era tu mañana? ¿Cuándo comprendes que todos tus esfuerzos han resultado nulos y que ya no te queda nada?


Cuando no tienes ganas de seguir, tus energías ya no te permiten mover ni tu propio cuerpo y todos tus recursos han resultado inútiles. En ese instante, ¿qué se siente? ¿Cómo será ese día? O peor, el minuto de después. El primer minuto después de haber abandonado tus sueños. Ese, pienso yo, que debe ser aún más duro.


Soy consciente de que ese día puede llegar. Quizá ese sea el primer síntoma del abandono del que hablaba. No lo sé. Pero me consuelo pensando que el mundo es más bonito desde que sé que ella está en él.

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